Hasta ahora estamos hablando de startups que lanzan diferentes iniciativas basadas en la economía colaborativa y con las que la población ve que mejora su calidad de vida y comienzan a utilizarlas. De esto modo conseguimos mejorar ineficiencias existentes en nuestro día a día. Pero esto no va a ser algo de particulares únicamente. Muchas grandes empresas ya han comenzado a apostar por este nuevo paradigma.
Muchos son los ejemplos que hemos dado pero cada vez e amplía más el listado de empresas que apoyan de algún modo la economía colaborativa. Hablamos de Google con su creación de RideWith, vimos como Audi también apostaba por compartir coches de alta gama y ahora la que se suma es Toyota. En este caso la empresa japonesa ha apostado por llegar a un acuerdo con Uber en Estados Unidos por el que los usuarios de esta plataforma podrán adquirir un vehículo Toyota y financiarlo realizando los pagos con los beneficios obtenidos a través de Uber. Si, como estás leyendo, Toyota apuesta porque los conductores de Uber renueven sus vehículos y de este modo a la vez que consiguen dinero trabajando con su coche nuevo están pagándolo.
De este modo se muestra como las grandes empresas están viendo diferentes modos de acceso a esta nueva revolución económica y sacándole rentabilidad. La vida de una compañía cada vez es inferior, el avance de los tiempos hace que todas tengan que reinventarse constantemente y la que no lo hace tiene un destino claro. Un ejemplo de ello es Kodak, con el 80% de las patentes de las cámaras digitales la llegada de los móviles con calidad de cámara muy alta hizo que desapareciera. Si le pasó a Kodak que era un gigante, ¿por qué no le va a pasar a tu empresa? Las empresas tradicionales que no intenten aunarse al «movimiento» terminarán por desaparecer.